En una sociedad donde la maternidad suele ocupar el centro del discurso sobre la crianza, los padres solteros comienzan a alzar la voz para visibilizar su experiencia. Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística, cada vez son más los hombres que asumen, en solitario, la responsabilidad de criar a sus hijos.
Sin embargo, lo hacen enfrentando estigmas, falta de redes de apoyo y obstáculos legales.
José Luis Martínez, de 38 años, vive en Guadalajara con su hija de seis años. Se convirtió en padre soltero tras el fallecimiento de su esposa. “La gente me admira por llevarla a la escuela o cocinarle, como si fuera un héroe por hacer lo que cualquier madre hace sin reconocimiento”, comenta. “Pero detrás de esa admiración hay sorpresa, incredulidad, y muchas veces, desconfianza”.
Invisibilizados por el sistema
Los padres solteros denuncian que muchos programas gubernamentales y apoyos sociales están diseñados con la figura materna como centro. “Cuando fui a solicitar ayuda económica para madres solteras, me dijeron que no aplicaba por ser hombre”, cuenta Alejandro, padre de dos adolescentes. “Tuve que llevar papeles, testigos y casi probar que no había una mujer en casa para que me consideraran”.
Además, hay barreras emocionales. La masculinidad tradicional les ha enseñado a reprimir sus emociones, dificultando pedir ayuda o expresar sus temores respecto a la paternidad. “No hay grupos de apoyo, ni espacios donde uno pueda hablar de la crianza sin ser juzgado o ridiculizado”, agrega Alejandro.
Rompiendo estereotipos
A pesar de los retos, muchos padres solteros están transformando el rol masculino. Se involucran activamente en tareas que antes se consideraban exclusivas de las madres: cocinar, cuidar, asistir a reuniones escolares, consolar a sus hijos. “El amor no entiende de géneros”, dice José Luis. “Mi hija no necesita una mamá o un papá, necesita alguien que esté ahí con ella, que la escuche y la cuide”.
Organizaciones como “Padres Presentes” han empezado a brindar asesoría legal, emocional y talleres de crianza para hombres que enfrentan solos la paternidad. “Hay una revolución silenciosa en marcha”, dice Mariana Gómez, psicóloga especializada en dinámicas familiares. “Estos hombres están redefiniendo lo que significa ser padre, y eso beneficia no solo a sus hijos, sino a toda la sociedad”.
Un llamado al reconocimiento
En el Día del Padre, estos hombres piden más que felicitaciones: exigen visibilidad, equidad y apoyo institucional. Porque ser padre soltero no es un acto heroico ni una excepción: es una realidad que merece respeto y comprensión.
“Ser padre soltero no me hace especial”, concluye José Luis. “Solo me hace padre. Y eso ya es suficiente”.
Por Redacción
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