Los escenarios a largo plazo sobre el comportamiento de la próxima temporada de lluvias y ciclones tropicales van aumentando y siendo más confiables. La Niña o fase Neutra podrían estar presentes, alterando la previsión.
Para los próximos meses, se siguen observando algunas variantes en cuanto a la presencia de La Niña o la fase Neutra del ENSO, fenómeno climático que influiría en el comportamiento de las lluvias y ciclones tropicales. Actualmente, los modelos se van enfocando en una condición específica, que a continuación les explicaremos.
Previsión del comportamiento del ENSO
Los fenómenos y efectos del tiempo y clima siempre estarán en función de la presencia de “El Niño – Oscilación del Sur” en sus fases Niño, Niña o Neutral debido a los cambios en los vientos atmosféricos que se producen. Estamos en espera de saber si La Niña continuará un mes más o si ha llegado a su fin para cambiar a la fase Neutra.
Lo que se tiene de forma oficial hasta el momento, es un 50/50 de una Niña débil en este inicio de la primavera o fase Neutra; si La Niña se quedara un mes más, se estaría debilitando rápidamente a lo neutral, logrando extenderse prácticamente el resto de la primavera y todo el verano (abril-agosto).
El modelo ECMWF en la actualización pasada de febrero, mostraba la fase neutra en verano con ligera tendencia a Niño débil en otoño, pero la reciente simulación de marzo cambió, extendiendo la neutralidad hasta otoño e incluso con tendencia a una posible Niña débil después de septiembre. Por lo menos, y lo que nos interesa en este momento es saber del verano.
Barrera de primavera
Aunque vamos saliendo de esta época, de enero a marzo los modelos meteorológicos y climáticos (dinámicos y estadísticos) no logran simular correctamente la circulación general de la atmósfera debido a las grandes variaciones que se presentan por el cambio de estación de invierno a primavera, limitando a una baja confiabilidad las previsiones meteorológicas a largo plazo.
En esto, también afecta lo antes mencionado si La Niña se extiende o está por finalizar y, si logra regresar en otoño o, todo lo contrario con la aparición de El Niño. Bajo esta circunstancia, se mencionará un panorama general de lo que puede ocurrir este año…
Posibles escenarios a largo plazo
La mayor probabilidad es que se presente una fase neutral desde primavera hasta todo el verano hasta con un 70 %, le sigue una Niña débil con 30-40% de probabilidad y siendo menor al 10% que El Niño aparezca.
Verano Neutro
Es importante mencionar desde este momento que, si bien esta fase puede ser benéfica al normalizarse las condiciones meteorológicas y climáticas generales con lluvias y ciclones “típicos”, tambien la estadística muestra que puede ocurrir de todo con algunos eventos extremos de calor, sequía y ciclones potentes.
El modelo ECMWF está resolviendo de mayo a septiembre en la cuenca del Atlántico, cantidad de ciclones tropicales y energía acumulada prácticamente dentro de lo habitual con 12 tormentas con nombre, valor similar a lo habitual; estos, 5 podrían ser huracanes, cuando lo normal son 6 y tambien con Energía Ciclónica Acumulada –ACE– típica.
Si la fase neutra se queda en verano, significaría una temporada de lluvias típica en gran parte de México: lo más lluvioso en el centro-sur por ciclones y ondas tropicales, así como la Sierra Madre Oriental por monzón activo, regulándose temperaturas.
En el caso del Pacífico, la previsión indica 13 tormentas con nombre de los cuales, 7 podrían ser huracanes; en ambos casos, esas mismas cantidades estimadas son exactamente las mismas como valor promedio. Con esto se puede observar que la temporada estaría completamente dentro de lo normal, pero no debemos olvidar que puede haber periodos extremos de lluvias, calor, sequías y algún ciclón.
La Niña y El Niño
En el supuesto de, un verano con La Niña, los ciclones tropicales podrían aumentar en cantidad (eventualmente intensidad) sobre el Atlántico y disminuir en el Pacífico, generando más lluvias de lo habitual en estados del centro, oriente y sur de México bajo condiciones menos calurosas y habiendo menos lluvias en el occidente, noroeste y norte con más calor.
Si El Niño se estable, sería lo opuesto: menor cantidad de ciclones en la cuenca del Atlántico y mayor en el Pacífico, siendo de mucha mayor intensidad y, eventualmente, amenaza para las costas mexicanas. La temporada de lluvias podría ser muy irregular, observándose canícula intensa con calor extremo y aumentando sequía en pleno verano.
Temporada de lluvias 2025: primeros escenarios
En función de la fase neutra, la temporada de lluvias puede estar con cantidades dentro de lo habitual en el país, aunque podría haber zonas más/menos lluviosas. Es probable que el inicio de la temporada sea más lluviosa en casi todo el país, excepto estados del sur y sureste, activándose el monzón.
Por ahora, la Canícula tiene potencial de intensidad significativa, por lo que el calor aumentaría entre julio y parte de agosto, terminando rápido y regresando nuevamente las precipitaciones típicas con ondas y/o ciclones tropicales. Otra buena noticia es que, el monzón luce activo casi en todo el verano, lo que puede beneficiar para disminuir sequía.
NO se prevé que 2025 sea seco ni tan caluroso como 2023 y parte de 2024, siendo falsas las publicaciones sobre estos temas, asegurando que el Cutzamala y otros cuerpos de agua se secarán o que todo el país tendrá sequía.
No se observa un patrón definido en cuanto a impacto/trayectoria de ciclones, pero el Caribe podría estar menos activo, por ello habría menos lluvias (sin ser nulas) en el sureste. Tentativamente, la Vertiente del Golfo y buena parte del Pacífico desde las Baja California hasta Chiapas tendremos que estar pendientes por algunos efectos.
Con información Metereored
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