Urgen a reducir el consumo mundial de carne y a duplicar la ingesta de frutas, vegetales, nueces y legumbres
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, la comisión señala que solo adoptando este estilo de alimentación “podría evitarse una crisis global”.
En el marco del debate sobre el cambio climático y la crisis mundial, constantemente se habla de desigualdad alimentaria, enfermedades, la salud de las personas y del planeta, las cuales han llegado a un punto crítico. La urgencia por soluciones para evitar una catástrofe mundial está indudablemente ligada a lo que comemos y la forma en la que lo producimos.
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, la Comisión EAT-Lancet urge a reducir el consumo mundial de carne y a duplicar la ingesta de frutas, vegetales, nueces y legumbres. En la actualidad, hablar de alimentación, es hablar desde la producción hasta el consumo, y de las implicaciones ambientales, económicas, sociales y de salud que implica nuestros hábitos alimentarios.
Durante tres años, un grupo de la Comisión EAT-Lancet, conformado por 37 científicos de primer nivel, trabajaron para desarrollar la primera revisión científica de lo que es una dieta saludable a partir de un sistema alimentario sostenible.
“Los alimentos son la palanca más potente para optimizar la salud humana y la sostenibilidad medioambiental en la Tierra”, destaca la guía. Agregan que para 2050, la transformación a dietas saludables requerirá cambios sustanciales.
La pandemia de Covid-19, ha puesto los reflectores en las diversas prácticas culinarias que involucran el comercio y el consumo de animales, que han detonado en la humanidad una serie de enfermedades.
En términos de salud, el uso rutinario de antibióticos en animales criados para consumo para prevenir brotes de epidemias, independientemente de que estén enfermos o no, es considerado ya por la ONU una crisis global que provoca la muerte de 700,000 personas cada año por infecciones resistentes a los antibióticos, pero la cifra aumentará a 10 millones para el año en 2050 si no se toman medidas.
Además, el consumo de carne está vinculado a enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad y cáncer y, por eso, una alimentación basada en plantas a nivel global también resultaría en 8,1 millones de muertes menos al año en todo el mundo.