El hijo de la Reina Isabel II mostró su malestar con la ficción que transmite una imagen por demás cuestionable de sus primeros años de casado con Lady Di
Cada emisión de la serie de The Crown causa revuelvo en la corona británica y la muy esperada cuarta temporada que se estrenó este domingo 15 de noviembre en Netflix, no fue la excepción. Los fanáticos disfrutarán de una nueva era de la Familia Real: los años de Diana Spencer como princesa.
Además de presentar a Emma Corrin como una joven Lady Di, una nueva figura política entra en escena en la forma de Margaret Thatcher, interpretada por Gillian Anderson. Y Olivia Colman regresa como la Reina Isabel II en uno de los períodos más difíciles de su reinado: los tumultuosos años 80.
Su estreno esta vez repercutió de manera muy negativa, en especial para la imagen del príncipe Carlos de Inglaterra, uno de los grandes protagonistas de la última tira. Una fuente cercana al Palacio de Buckingham asegura que el sucesor del trono está enfurecido por cómo los guionistas han versionado la serie “presentando como hechos una versión retorcida de lo que ocurrió” La princesa Diana y el príncipe Carlos miran en diferentes direcciones, el 3 de noviembre, durante un servicio celebrado para conmemorar a los 59 soldados británicos muertos en acción durante la Guerra de Corea.
En la cuarta temporada se ve a una joven Lady Di, que vive su historia de amor junto a Carlos (Josh o’Connor), en una época en la que Thatcher dirigió sin vacilar el destino del pueblo británico en época de crisis económica y guerra de Malvinas. Los nuevos capítulos cubren además la escalada del conflicto en Irlanda del Norte.
En los envíos que ya fueron emitidos, el heredero de la Corona es presentado como un hombre frío con su esposa, Diana de Gales, con la que se casa apenas conociéndola y sin amarla. El argumento de The Crown deja entrever un cierto desprecio y destrato de parte de Carlos hacia Lady Di, algo que impactó negativamente en la crítica interna de la familia. Finalmente le mantiene una relación en secreto con Camilla Parker Bowles.
El trío amoroso es una de las tramas de la actual temporada, ambientada al final de los años 1970 y en los 1980, un período convulso para el Reino Unido en que el IRA asesinó en 1979 a Louis Mountbatten, tío abuelo y mentor del príncipe Carlos, y el país se enzarzó en la guerra de Malvinas con la Argentina en 1982.
Diana Spencer acababa de cumplir 20 años cuando en 1981 contrajo matrimonio con un príncipe Carlos de más de 30, heredero al trono presionado para encontrar esposa. El hijo mayor de Isabel II aceptó casarse con ella, pero siguió enamorado de su novia de juventud, Camilla. Retratado en episodios anteriores como un joven sensible e incomprendido, el príncipe se convierte en un marido frío e infiel, que reprocha la “fragilidad” de su esposa.
“Esto es un drama y un entretenimiento con fines comerciales que se hace sin tener en cuenta a las personas involucradas”, dijo una de estas fuentes al medio Daily Mail. “En este caso, es arrastrar cosas que sucedieron en tiempos muy difíciles hace 25 o 30 años sin pensar en los sentimientos de nadie. Eso no es correcto ni justo, especialmente cuando muchas de las cosas que se muestran no representan la verdad”.
La reciente temporada muestran a los miembros de la realeza de una manera fría y calculadora. “El público no debe dejarse engañar pensando que esta es una descripción precisa de lo que realmente sucedió”, explicó una fuente relacionada con el palacio.
Las dos escenas de la indignaciónEmma Corrin, como la princesa Diana, y Josh O’Connor, en el papel de príncipe Carlos, y Emma Corrin, como la princesa Diana
Hay dos momentos que han molestado al padre de los príncipes William y Harry. Una está relacionada con la muerte de lord Mountbatten. En la ficción, el conde le envía una carta poco antes de morir en un atentado del IRA. Ciertamente le ofreció una cantidad de consejos a su sobrino nieto. Su relación era más una de abuelo-nieto, y el mentor del hijo mayor de Isabel II y el duque de Edimburgo se encargó de aconsejar al príncipe en asuntos del corazón.
Mountbatten fue una figura destacada, que ejerció una fuerte influencia sobre los Windsor. Fue él quien a menudo alentaba a Carlos a disfrutar de su soltería y le advirtió que una novia perfecta sería una sin pasado y que tenía que ser suficientemente joven como para ser “moldeada para el papel de esposa y madre”. En la serie, se lo ve aconsejando al príncipe de que no se case con Camilla Shand (Camilla Parker Bowles). La dinámica entre él y Carlos causó tensiones en la familia, con Felipe sintiendo que su hijo ya no necesitaba buscar una figura paterna porque ya tenía una.
El tío del duque de Edimburgo fue asesinado el 27 de agosto de 1979 tras explotar una bomba colocada por el IRA en su barco de pesca. Falleció él y su nieto Nicholas, así como la madre de su yerno, Doreen Knatchbull, que moriría al día siguiente, además de Paul, un miembro de la custodia. Su hija Patricia, su yerno John y Timothy, otro de sus nietos, resultaron gravemente heridos.
Su fallecimiento es, precisamente, uno de los momentos más trágicos que narra esta cuarta temporada. Como se muestra en The Crown, Lady Di se convirtió en una especie de hombro sobre el que llorar para Carlos después de la muerte de su querido tío abuelo, lo que lo llevó a considerarla como una candidata adecuada a princesa de Gales, recordando el consejo de Mountbatten.
En 2015, el príncipe de Gales visitó el lugar de la muerte de Mountbatten y recordó lo cercana que era su relación: “Para mí, Lord Mountbatten representaba al abuelo que nunca tuve”. El hijo mayor de Carlos, el príncipe William llamó a su hijo Louis en su honor.
El otro momento que ha sacudido al palacio es cuando la serie muestra cuenta que el marido de la reina Isabel II amenazó a Diana de Gales cuando esta dejó de hablar a su esposo. Esta actitud alimenta la supuesta teoría de que el Duque de Edinburgo orquestró el accidente en París en 1997 que le costó la vida a la princesa, algo que nunca se ha podido probar.
Con información Infoabe