Astrónomos captan por primera vez el nacimiento de un planeta en tiempo real
El hallazgo, ocurrido a 450 años luz de la Tierra, ofrece pruebas directas de cómo se forman los planetas y podría transformar nuestra comprensión del universo.
Por primera vez en la historia, científicos han logrado observar lo que parece ser un planeta naciendo dentro de un disco de polvo y gas que rodea una estrella joven. Este descubrimiento sin precedentes, realizado por astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO), marca un hito en la astronomía moderna y aporta evidencia directa de los procesos de formación planetaria.
El fenómeno fue detectado en el sistema de la estrella HD 135344B, ubicada en la constelación de Lupus, a unos 450 años luz de la Tierra. Esta estrella está rodeada por un disco protoplanetario —una nube de gas y polvo donde nacen planetas— que presenta llamativos brazos espirales. En uno de estos brazos, los astrónomos identificaron una fuente de luz que coincide con la ubicación teórica donde debería estar emergiendo un planeta.
“Es como ver a un escultor modelando su obra en tiempo real”, explicó la astrónoma Miriam Keppler, del Instituto Max Planck, una de las líderes del proyecto. Según los datos recogidos, el objeto tendría el doble de la masa de Júpiter y estaría orbitando a su estrella a una distancia similar a la de Neptuno respecto al Sol. Este nuevo mundo estaría alterando activamente su entorno, generando ondas de gas y estructuras espirales dentro del disco.
Lo más sorprendente es que el protoplaneta emite luz propia, una señal que permitió diferenciarlo claramente de otras posibles fuentes como cúmulos de gas caliente. Para detectar esta señal, los investigadores utilizaron instrumentos de última generación como SPHERE, instalado en el Very Large Telescope (VLT) en Chile. Esta tecnología bloquea la intensa luz de la estrella central, revelando así los detalles más sutiles del disco circundante.
Hasta ahora, los astrónomos solo habían podido inferir la existencia de planetas en formación a través de alteraciones indirectas en estos discos. Esta sería la primera vez que se observa directamente un objeto en pleno proceso de formación, lo que aporta una valiosa confirmación a décadas de teorías astrofísicas.
El descubrimiento no solo ayuda a explicar cómo nacen los planetas gigantes, sino que también ofrece una nueva ventana para comprender la evolución de sistemas como el nuestro.
“Estudiar casos como el de HD 135344B nos permite mirar hacia el pasado, cuando Júpiter y Saturno podrían haber esculpido sus entornos de forma similar”, agregó Keppler.
Con la llegada de telescopios aún más avanzados, como el Extremely Large Telescope (ELT), los astrónomos esperan multiplicar este tipo de observaciones y profundizar en los secretos del origen planetario. Esta detección marca el inicio de una nueva era para la astronomía, donde ver nacer un planeta ya no es ciencia ficción, sino una realidad observable.