La fachada de uno de los basamentos piramidales de la Zona Arqueológica de Ihuatzio, en Michoacán, sufrió un derrumbe debido a las intensas lluvias que se registraron en la cuenca del lago de Pátzcuaro
Construida y ocupada por primera vez hace 1,100 años por grupos indígenas de habla náhuatl, la pirámide de P’urhépechas fue la sede principal del pueblo, el único que el imperio azteca no pudo conquistar. Arqueólogos confirmaron que la pieza histórica ha sufrido un derrumbe.
Se trata del hasta ahora uno de los monumentos mejores conservados de la civilización del Reino de Michoacán. El el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) fue el cual notificó sobre el suceso.
Las causas están relacionadas a un deterioro causado por el cambio climático que comprometió la integridad de la estructura. Las fuertes lluvias que se filtraron por las grietas provocadas por altas temperaturas y las sequías prolongadas.
El valor de la pirámide de P’urhépechas en la historia de México
El cambio climático comprometió la integridad de la estructura que había permanecido intacta durante siglos, advirtió el INAH. Su derrumbe representa una pérdida significativa en la historia del país.
Fue construida hace más de 1,100 años por los antepasados del actual pueblo purépecha, una comunidad indígena del noroeste de Michoacán. Su cultura nación en el siglo XIV y se convirtió en la segunda más grande de Mesoamérica tras imponerse a los aztecas y a los colonos españoles.
Las pirámides de la Zona Arqueológica de Ihuatzio son un documento clave para conocer parte de su historia, ya que no han dejado registro escritos. Los expertos creen que la pirámide que se derrumbó fue utilizada para el sacrificio de humanos a Curicaueri o “Gran Fuego”, dios asociado con la victoria y la luz del sol.
Dónde queda la Zona Arqueológica de Ihuatzio
La Zona Arqueológica de Ihuatzio se encuentra a poco más de seis kilómetros al sur de Tzintzuntzan. Se trata de un antiguo poblado a orillas del lago de Pátzcuaro. Los investigadores científicos creen que la zona fue poblada por primera vez entre el año 900 d. C., y que los purépechas llegaron unos 300 años después.
Esta área fue construida sobre una meseta elevada artificialmente y utilizada principalmente un lugar de culto, con un terreno ceremonial y un observatorio astronómico.
Con información el Cronista
Síguenos en nuestras redes sociales: