Buzos rusos iban a examinar el domingo los daños causados por una fuerte explosión en un puente de carretera y ferrocarril hacia Crimea, un imponente símbolo de la anexión de la península por parte de Moscú y una ruta de suministro clave para sus fuerzas que luchan en el sur de Ucrania.
A la explosión del sábado en el puente sobre el estrecho de Kerch siguieron mensajes de júbilo de funcionarios ucranianos, que, sin embargo, no reivindicaron responsabilidad.
Rusia no atribuyó de inmediato el origen de la explosión, que, según las imágenes, hizo volar la mitad de una sección de la calzada del puente, con la otra mitad aún en pie.
El viceprimer ministro ruso, Marat Khusnullin, dijo que los buzos comenzarían a trabajar por la mañana, y que se espera que un estudio más detallado por encima de la línea de flotación esté terminado al final del día, según agencias de noticias nacionales.
La situación es manejable: es desagradable, pero no fatal”, dijo el gobernador ruso de Crimea, Sergei Aksyonov, a periodistas.
Por supuesto, las emociones se han disparado y hay un sano deseo de buscar venganza”.
El Ministerio de Transporte de Rusia dijo que los trenes de carga y los de pasajeros de larga distancia que atraviesan el puente de Crimea estaban funcionando según el horario previsto el domingo. El tráfico limitado por carretera se reanudó el sábado unas 10 horas después de la explosión, agregó.
Aksyonov dijo que la península tenía combustible para un mes y alimentos para más de dos. El Ministerio de Defensa de Rusia sostuvo el sábado que sus fuerzas en el sur de Ucrania pueden “abastecerse por completo” a través de las rutas terrestres y marítimas existentes.
Rusia arrebató Crimea a Ucrania en 2014 y el puente de 19 kilómetros que une la región con su red de transporte fue inaugurado con bombos y platillos cuatro años después por el presidente Vladimir Putin.
Kiev exige que los soldados rusos abandonen la península del mar Negro, así como el territorio ucraniano que han tomado en la invasión que Putin inició en febrero.
Todavía no está claro si la explosión del sábado fue un ataque deliberado, pero el daño a una estructura de tan alto perfil ocurre cuando Moscú ha sufrido derrotas en el campo de batalla, y podría contradecir aún más las garantías del Kremlin de que el conflicto se está desarrollando según lo previsto.
Por otra parte, al menos 12 personas murieron como consecuencia de un bombardeo en la ciudad ucraniana de Zaporiyia, al sureste del país, en las primeras horas del domingo, y 49 personas fueron hospitalizadas, entre ellas seis niños, informaron las autoridades ucranianas.
Un edificio de nueve plantas fue parcialmente destruido durante la noche, otros cinco fueron arrasados y muchos más resultaron dañados en 12 ataques con misiles rusos, dijo Oleksandr Starukh, el gobernador de la región de Zaporiyia.
Reuters no pudo verificar los informes de forma independiente.
La ciudad de Zaporiyia, a unos 52 kilómetros de una central nuclear en manos de Rusia que es la mayor de Europa, ha sido objeto de frecuentes bombardeos en las últimas semanas
ARTERIA PRINCIPAL
El puente sobre el estrecho de Kerch es una arteria principal para el ejército ruso en el sur de Ucrania, donde controlan la mayor parte de la región de Jersón y gran parte de la región de Zaporiyia, y para el puerto de Sebastopol, donde tiene su base la flota rusa del mar Negro.
Según las autoridades rusas, tres personas murieron en la explosión de la madrugada del sábado. En el nivel superior del puente también se incendiaron siete vagones cisterna de combustible de un tren de 59 que se dirigía a la península.
La agencia federal antiterrorista rusa dijo el sábado que un camión de carga explotó en la calzada del puente. Dos vanos del puente de carretera se habían derrumbado parcialmente, pero el arco que atraviesa el canal por el que viajan los barcos entre el mar Negro y el mar de Azov no sufrió daños.
Con información Reuters
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