Esto significa que alrededor de 11 millones de familias carecen de servicios como gas o combustible para cocinar y calentar agua para bañarse, así como electricidad, y por lo tanto de aparatos como refrigeradores o calentadores, según un análisis de Plataforma México, Clima y Energía (PMCE).
El organismo define pobreza energética como la situación que viven las personas que no disponen de electricidad que les permita satisfacer necesidades humanas básicas.
Incluso, un hogar puede estar en situación de pobreza energética aun cuando tenga electricidad, pues carece de gas o algún combustible similar.
Según el estudio, 674 mil 651 hogares carece de iluminación eléctrica, 7 millones 642 mil no tienen opción para calentar agua ni para cocción de alimentos y 6 millones 395 mil no pueden acceder a un servicio de refrigeración eficiente.
La CFE reportó que a nivel nacional, casi 1.2 por ciento de familias en zonas alejadas y de difícil acceso carecen de una interconexión para tener servicio eléctrico.
Además, al cierre de 2017 alrededor de 4.3 millones de familias empleó leña en lugar de gas en actividades como cocinar o para calefacción, según el último reporte de Prospectivas de Gas LP.
Rigoberto García Ochoa, investigador del Colegio de la Frontera Norte, dijo que la carencia en alguno de los servicios energéticos ha disminuido, pero mínimamente.
“Por ejemplo, para cocinar, en niveles de consumo energético, el primer combustible que se utiliza es gas LP, le sigue la leña y luego la electricidad”, explicó.
Reforma
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