Cuando los científicos chinos analizaron las muestras de suelo que su sonda lunar trajo de la Luna, se dieron cuenta de algo revolucionario: había agua junto con minerales en el suelo.
Encontrar agua en la Luna no es, en sí mismo, nada nuevo. Las naves espaciales de la NASA y la India han detectado lo que creen que es agua en la superficie lunar, y científicos chinos encontraron el año pasado agua atrapada en cuentas de vidrio esparcidas por la Luna.
Pero este último descubrimiento, según los científicos, es la primera vez que se encuentra agua en su forma molecular, H2O, en muestras físicas y, lo que es más importante, en una parte de la Luna donde antes se pensaba que no podía haber agua en esa forma.
Los investigadores inspeccionaron minuciosamente las muestras recogidas por la sonda china Chang’e-5, que aterrizó en la superficie lunar en 2020, y hallaron un “cristal transparente prismático en forma de placa” —aproximadamente del ancho de un cabello humano— que era en realidad un “mineral lunar desconocido” apodado ULM-1, según el estudio, publicado el 16 de julio en la revista Nature Astronomy.
Según el estudio, los cristales de ULM-1, cuya fórmula química es (NH4)MgCl3-6H2O, están compuestos en un 41% por agua, con trozos de amoníaco que mantienen estables las moléculas de H2O a pesar de los cambios bruscos de temperatura en la Luna.
Este tipo de agua podría ser un potencial “recurso para la habitabilidad lunar”, escriben los científicos en su estudio.
“El descubrimiento de un mineral hidratado en el lugar de aterrizaje de Chang’e-5 es fascinante y mejorará nuestra comprensión de las reacciones roca-vapor en la corteza lunar y en la superficie lunar”, dijo David A. Kring, científico principal del Instituto Lunar y Planetario de Texas, que no participó en el estudio.
Los rápidos avances de China han llamado la atención de la NASA. A la agencia espacial no se le ha permitido trabajar con sus homólogos chinos desde 2011, cuando el Congreso aprobó la Enmienda Wolf citando preocupaciones sobre el espionaje.
Pero el pasado agosto, China abrió el acceso a las muestras de Chang’e-5 a la comunidad internacional.
“Estamos llevando a cabo el proceso en este momento con nuestros científicos y nuestros abogados para asegurarnos de que las instrucciones y los guardarraíles en los que insisten los chinos… no son una violación de la ley, de la Enmienda Wolf”, dijo recientemente a CNN el administrador de la NASA, Bill Nelson. “A partir de este momento, no veo ninguna violación”.
Sin embargo, estas cuestiones han impedido a China acceder a la Estación Espacial Internacional (ISS), lo que ha impulsado sus esfuerzos por construir la Tiangong, que se ha convertido en un desafío para Estados Unidos, especialmente ahora que la ISS se prepara para retirarse en 2031.
Con información CNN
Síguenos en nuestras redes sociales: