La fiscalía de Ciudad de México informó el jueves que el presunto asesino serial detenido en la capital la semana pasada supuestamente comenzó a atacar a mujeres hace más de una década porque algunos de los indicios que se localizaron en su habitación, donde había huesos, una sierra e identificaciones, datan de 2012.
Pese a que el sospechoso actuó durante tanto tiempo sin ser detectado y a que había denuncias de mujeres desaparecidas en la zona al menos desde 2018, el fiscal Ulises Lara intentó minimizar el caso al afirmar que se encontraron los restos de seis mujeres en la habitación alquilada por el detenido “y no 20, como infundadamente ya lo han asegurado algunas versiones” .
El caso del hombre que las autoridades solo han identificado como “Miguel” ha conmocionado la capital por lo impactante de los hallazgos y la sensación de la ciudadanía de que las autoridades solo actúan cuando los cadáveres se acumulan en lugar de investigar con rapidez los casos de mujeres desaparecidas.
La capital mexicana tiene una alerta por violencia en contra de las mujeres desde noviembre de 2019, una señal de alarma que debería activar a las autoridades para investigar más y mejor los casos de desapariciones y feminicidios.
Sin embargo, el sospechoso solo fue identificado la semana pasada cuando una superviviente de un intento de homicidio denunció el asesinato de su hija. El hombre aparentemente esperó a que ella saliera de su casa para colarse en el departamento, abusar sexualmente de la joven de 17 años y estrangularla.
Cuando la mujer regresaba a casa, vio salir al agresor, que la acuchilló en el cuello y huyó. El hombre vivía cerca y fue capturado rápidamente.
Al registrar su departamento, los investigadores encontraron evidencias estremecedoras que, según Lara, parecían indicar que se trataba de “un posible asesino en serie de mujeres”. Se halló “material biológico” — cuya naturaleza no especificó —, manchas de sangre, huesos, una sierra, celulares y tarjetas de identidad de mujeres. También cuadernos que podrían narrar lo que el agresor habría hecho a sus víctimas, añadió el fiscal.
Este jueves afirmó que cinco personas cuyas credenciales estaban en el lugar “se encuentran con vida y en buen estado de salud”.
Lara quiso resaltar que los crímenes no ocurrieron solo durante la administración de Claudia Sheinbaum —exalcaldesa de la capital y ahora candidata a la presidencia por el partido oficialista— sino que hay indicios de 2012, 2015, 2018, 2019 y 2024, lo que significa que el asesino evadió la captura durante al menos 12 años.
Según el fiscal, una de las razones pudo ser que el sospechoso “no había mostrado conductas violentas o agresivas en su actuar cotidiano”.
Lara también indicó que en cuatro casos “ha sido posible ubicar elementos más específicos de las posibles víctimas y se ha tenido acercamiento con familiares para la confronta genética”. Agregó que se está “avanzando en la identificación de los otros dos restos óseos”.
Una de las familias contactadas por la fiscalía es la de Viviana Garrido, desaparecida en noviembre de 2018 en una estación de metro cercana a la habitación rentada por el detenido, aunque su abogado, Juan Carlos Gutiérrez, condenó que los familiares de la joven ingeniera supieran de ese posible vínculo por información filtrada a medios.
Para Gutiérrez, las filtraciones revictimizan a las familias y pueden dañar el proceso. Ahora la familia está a la espera de que las autoridades, que ya anunciaron que investigarán las filtraciones de videos y nombres, les confirmen “con los protocolos adecuados” si la joven estuvo o no en el lugar de los hechos.
El abogado denunció que este caso pone de nuevo de manifiesto la falta de profesionalidad a la hora de investigar violaciones graves a los derechos humanos de las mujeres, algo que ocurre no solo en Ciudad de México sino en todo el país.
Según explicó, se ha publicado información que vincula al ahora detenido con un caso de desaparición de 2015 pero “nunca se investigó, nunca se le llamó a declarar”.
En el caso de Garrido, Gutiérrez pidió que se hiciera un análisis de contexto. “Necesitábamos saber el lugar donde apareció por última vez el teléfono de Viviana; si existían otros casos de personas desaparecidas, de mujeres desaparecidas, y eso nunca se hizo”.
En 2018, un asesino en serie de Ciudad de México — responsable de la muerte de al menos 10 mujeres — fue capturado solo después de que lo encontraran empujando un cuerpo desmembrado por la calle en un cochecito de bebé. Arrojaba la mayoría de los cuerpos de sus víctimas en terrenos baldíos.
Fuera de la Ciudad de México pero en uno de sus suburbios, en 2021, otro asesino en serie sólo fue capturado tras años de presuntos crímenes — en su casa se encontraron 19 cadáveres descuartizados y enterrados — gracias a la identidad de la última víctima descuartizada: la esposa de un comandante de policía.
Con información AP
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