Tiene tanta importancia mantener nuestros espacios bien ordenados, para que cuando lleguemos a casa, podamos disfrutarla , sin el estrés de tanto desorden.
Una buena estrategia puede ser fusionar los espacios de almacenamiento con aquellos muebles que son imprescindibles para habitar cada recinto, adaptándolos para cumplir varias funciones a la vez.
Almacenando bajo la cama
La cama es indispensable en un dormitorio y difícilmente podremos reducir su tamaño estándar. En una habitación pequeña, sin armarios incorporados, el espacio libre bajo la cama –generalmente sub utilizado y difícil de limpiar– puede ayudarnos a evitar tener que sumar nuevos muebles que obstruyan el paso u opriman aún más el ambiente.
Si se cuenta con la altura necesaria, la cama puede levantarse para incorporar una barra para perchas de ropa, además de cajones y estantes con una gran capacidad de almacenaje. Si se quiere algo discreto, los cajones inferiores pueden ser más bajos y pasar totalmente desapercibidos, o ser revestidos con materiales atractivos y en concordancia con el estilo de la habitación.
En un estilo más informal, es posible diseñar la base de la cama como una serie de cajones abiertos, dejando los objetos a la vista e integrándolos a la imagen general del espacio. Los cajones pueden ser incluso móviles y utilizar sistemas de abertura deslizantes, abatibles, extraíbles, o plegables.
Evalúa tus espacios y necesidades
El primer paso para una organización efectiva es evaluar los espacios de tu hogar y determinar cuáles son tus necesidades. ¿Tienes demasiado mobiliario? ¿Te falta almacenamiento? ¿Hay rincones desaprovechados? Hacer una lista de las áreas problemáticas te permitirá tener una visión clara de lo que necesitas mejorar.
Haz un inventario de los objetos que usas a diario y aquellos que podrías almacenar o donar. Identificar tus necesidades reales te ayudará a tomar decisiones más acertadas sobre qué hacer con cada rincón de tu hogar.
Aprovecha el espacio vertical
Estas mismas operaciones pueden repetirse en una sala de estar, diseñando estructuras que permitan sentarse y que entreguen, a su vez, una gran cantidad de espacio de almacenaje bajo ellas.
Utilizar espacios y aprovechar la estructura de tu vivienda
Con pocos metros cuadrados, todo espacio vale; la esquina entre dos muebles de cocina, el espacio sobrante al interior de los cajones, el ancho de los muros, la estructura de una escalera. Todo puede convertirse en espacio útil para el almacenaje.
Si tienes áreas pequeñas en casa, como armarios, despensas o baños, la clave está en optimizar el almacenamiento. Utiliza contenedores o cajas etiquetadas para agrupar objetos similares y aprovechar mejor cada espacio.
- Cajones y divisores: Los organizadores de cajones te permiten mantener todo en orden, desde utensilios de cocina hasta ropa interior, evitando que todo se mezcle.
- Carritos móviles: Son una excelente solución para maximizar espacios reducidos. Pueden moverse de una habitación a otra y almacenar desde productos de baño hasta materiales de oficina.
- Muebles multifuncionales: Busca mobiliario que ofrezca doble funcionalidad, como camas con cajones, mesas con almacenamiento o bancos que sirvan también para guardar cosas en su interior.
Deshazte de lo que no necesitas
Multiplicar la capacidad de los cajones
La mayoría de las veces, el espacio interior de los cajones no es utilizado en su máximo potencial. Si diseñamos cada cajón con precisión, de acuerdo a las medidas exactas de los objetos y utensilios que se almacenarán en su interior, es posible que logremos acomodar todo de una mejor manera.
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