Crece la presión para reparar apagones en una Houston sofocada y sin luz tras la tormenta Beryl

HOUSTON — La presión crecía el miércoles sobre la compañía eléctrica de Houston, donde millones de residentes seguían sin electricidad casi tres días después de que el huracán Beryl tocara tierra, avivando las preguntas sobre cómo una ciudad acostumbrada a un clima destructivo no había podido resistir mejor una tormenta de categoría

Entre una creciente frustración, los residentes de Houston pasaron otro día sofocante en busca de lugares donde refrescarse, repostar y conseguir algo de comer, un ejecutivo de CenterPoint Energy fue interrogado por líderes municipales que querían saber por qué estaba tomando tanto tiempo volver a tener luz. El alcalde, John Whitmire, dijo directamente a la compañía que trabajara mejor.

“Ese es el consenso de los houstonianos. Es el mío”, dijo Whitmire.

CenterPoint Energy dijo el miércoles por la noche que había restablecido el servicio a “más de un millón de los 2,26 millones de clientes afectados por el huracán Beryl en las primeras 55 horas de esfuerzos de reparación y sigue centrándose en restablecer a los clientes sin energía”.

“Basándonos en el progreso continuado, la empresa espera tener otros 400.000 clientes restablecidos para el final del día el viernes 12 de julio y 350.000 clientes adicionales restablecidos para el final del día domingo 14 de julio”, indicó el comunicado de la compañía.

eryl tocó tierra como huracán de categoría 1, la categoría más débil, pero se le han atribuido al menos siete muertes en Estados Unidos: una en Luisiana y seis en Texas. Antes había matado a 11 personas en el Caribe.

Sin embargo, el impacto más duradero de la tormenta para muchos en Texas eran los cortes de luz, que dejaron a la cuarta ciudad más grande del país asfixiada por un clima caluroso y húmedo que el Servicio Meteorológico Nacional consideraba potencialmente peligroso.

“Quizá pensaron que no iba a ser tan malo, pero ha tenido un efecto tremendo. Tienen que prepararse mejor”, dijo Carlos Rodriguez, trabajador de la construcción de 39 años, mientras recogía manzanas, naranjas y paquetes de comida lista para comer en un centro de distribución. Su familia, con dos hijas de 3 y 7 años, estaba teniendo problemas, señaló.

Con información AP

Síguenos en nuestras redes sociales:

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio