Seis presas están completamente secas, revelan los datos más recientes de la Conagua.
La sequía que se extiende en la mayor parte de México ya hace estragos en las presas del país. Al corte de septiembre, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reporta que 117 de las 210 presas más importantes están a menos de la mitad de su capacidad de llenado, y de éstas, seis no tienen una gota de agua.
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la escasez de agua es una realidad que requiere atención urgente.
Las 117 presas con problemas de almacenamiento se localizan en Guerrero, Estado de México, Michoacán, Hidalgo, Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas, Coahuila, Durango, Guanajuato, San Luis Potosí, Baja California, Sonora, Aguascalientes y Querétaro.
En el caso de las presas secas, es decir, con 0 por ciento de agua, tres se ubican en el estado de Querétaro, dos en Sonora y una en San Luis Potosí.
En Querétaro, uno de los estados más afectados por la sequía, las presas presentan una prevalencia de llenado a la baja, según los datos de la Conagua. Las más afectadas son el Centenario, la Llave y la Venta.
De acuerdo con la Conagua, la entidad cuenta con 26 embalses –todos de uso agrícola–, los cuales tienen una capacidad conjunta de 206 millones de metros cúbicos, pero ahora sólo tienen almacenados 21 millones, el 10 por ciento de su capacidad.
En plena época de lluvia, sólo siete presas se encuentran a su máxima capacidad. Estas se encuentran en los estados de Puebla, Guerrero, Estado de México, Chiapas, dos en Jalisco y otra más en Aguascalientes.
Sandra López, investigadora del IMCO, explicó en una reciente investigación que una de las consecuencias del cambio climático es la disminución de las precipitaciones, lo que ocasiona el fenómeno de las sequías.
Bajas precipitaciones y altas temperaturas
Según el último informe de la Organización Meteorológica Mundial, las precipitaciones han estado por debajo de la media durante cinco estaciones de lluvias consecutivas, algo que no había ocurrido en los últimos 40 años.
La falta de lluvias como un factor importante para que ocurran las sequías también son consecuencia del calentamiento global. Según datos del mismo informe, en cuanto a la temperatura global, el periodo comprendido de 2015 a 2022 fue el más cálido del que se tiene constancia.
Christian Domínguez, especialista en ciencias atmosféricas de la UNAM, en su investigación “Sequía 2020-2021: La segunda más severa”, menciona que el primer impacto de las sequías y presas vacías es en la agricultura, pues es una actividad que necesita de grandes cantidades de agua y al no tenerla, ocasiona que cultivos y frutos no florezcan.
Explicó que, para el caso de México, 76.7 por ciento del agua se destina a las actividades agropecuarias como la agricultura y la ganadería, dejando 14.2 por ciento para consumo humano.
El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) estimó que debido a las sequías por las que atraviesa el país, entre 600 mil y dos millones 700 mil hectáreas de cultivo, principalmente maíz y frijol, se perderán, lo que pone en riesgo la soberanía alimentaria.
Agregó que deben implementarse mejores estrategias para la retención de líquidos, por lo que debe ocurrir una innovación en las estructuras hidráulicas, así como acciones que contrarresten el cambio climático.
Con información La Verdad Noticias
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