Ayer lunes 02 de junio, la NOAA confirmó el impacto de una tormenta geomagnética de nivel G3 (fuerte), provocada por una eyección de masa coronal que alcanzó la Tierra a las 11:20 UTC. El evento podría afectar comunicaciones, navegación por GPS y causar auroras boreales en zonas inusualmente al sur.
La advertencia G3 se mantendrá activa hasta las 21:00 UTC de hoy mismo. Aunque el evento se clasifica como fuerte, los expertos no descartan que aumente a nivel G4 si las condiciones del viento solar se intensifican, especialmente si el campo magnético solar se orienta al sur y se acopla con el de la Tierra.
Este fenómeno se produce en el contexto de una mayor actividad solar durante el ciclo solar 25, ya que varias regiones activas del Sol han emitido fulguraciones y CME en días recientes, lo que ha mantenido alerta a los sistemas de monitoreo espacial y a las agencias encargadas del clima espacial en todo el mundo.
Las tormentas geomagnéticas de este nivel no son raras, pero sí relevantes. Permiten observar el vínculo entre el Sol y la Tierra y evaluar nuestra capacidad tecnológica para detectar, anticipar y mitigar sus efectos. También despiertan gran interés por el espectáculo natural que puede generar en el cielo nocturno.
¿Dónde podrían verse auroras esta noche?
Con la llegada de esta tormenta solar, las auroras boreales podrían extenderse a latitudes más bajas de lo normal. En Estados Unidos, el pronóstico de la NOAA indica que podrían verse desde Washington, Idaho y Montana hasta el norte de Dakota del Sur, Minnesota, Wisconsin, Michigan, Nueva York y el noreste de Maine.
En Canadá, la visibilidad será aún mayor. Las provincias con alta probabilidad incluyen Alberta, Saskatchewan, Manitoba y las regiones árticas como Yukón, Territorios del Noroeste y Nunavut. También se espera visibilidad en el norte de Ontario y Quebec, si las condiciones atmosféricas se mantienen favorables durante la noche.
Para ver auroras se recomienda alejarse de las ciudades, buscar cielos despejados y mirar al norte entre las 10 de la noche y las 2 de la madrugada. Las cámaras fotográficas con larga exposición o aplicaciones móviles pueden ayudar a detectarlas aunque no sean visibles a simple vista.
En esta ocasión en México no se espera visibilidad de auroras, pero sí podrían registrarse leves perturbaciones ionosféricas que afecten transmisiones de radio o señales GPS, especialmente en el norte del país. Algunas universidades y centros de investigación estarán monitoreando posibles anomalías para análisis científico posterior.
¿Cómo se detectan las tormentas solares desde el espacio?
Los eventos solares se detectan mediante satélites especializados que observan el Sol y el viento solar en tiempo real. La NASA y la ESA operan misiones clave como SDO y SOHO, que monitorean el Sol en diferentes longitudes de onda y detectan fulguraciones o eyecciones de masa coronal (CME).
Para anticipar el impacto de estas eyecciones, se utilizan satélites como ACE y DSCOVR, ubicados en el punto Lagrange L1, a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra. Estos instrumentos detectan cambios en la densidad, velocidad y orientación del viento solar, lo que permite emitir alertas con hasta una hora de anticipación.
El nivel de perturbación magnética se mide con el índice Kp, que va del 0 al 9, donde las tormentas G1 a G5 se asignan según este índice. En este caso, el valor ha alcanzado Kp 7, suficiente para clasificar el evento como G3, con capacidad de afectar satélites, comunicaciones y redes eléctricas menores.
Además de los satélites, se cuenta con redes terrestres de magnetómetros y antenas de radio que complementan las observaciones espaciales. Gracias a este sistema combinado, las agencias pueden seguir el desarrollo del fenómeno y actualizar los pronósticos en tiempo real para todo el planeta.
¿México participa en la vigilancia del clima espacial?
Aunque México no cuenta con satélites dedicados al monitoreo solar, participa activamente en la vigilancia científica del clima espacial. La UNAM, a través del SCIESMEX, difunde alertas sobre tormentas solares con base en información de la NOAA, NASA, ESA y otras agencias internacionales.
Además, existen estaciones terrestres en territorio mexicano que miden el comportamiento de la ionósfera y el campo magnético. Estas instalaciones permiten observar cómo eventos solares globales afectan condiciones locales, algo útil para proteger redes de telecomunicación, navegación y sistemas eléctricos en el país.
El Instituto de Geofísica y otras entidades académicas desarrollan modelos y colaboran en redes científicas internacionales, además de participar en proyectos de divulgación científica para sensibilizar al público y a los tomadores de decisiones sobre la importancia de los fenómenos solares.
Aunque México no lanza misiones espaciales al Sol, su integración en el ecosistema global de monitoreo espacial contribuye a la comprensión colectiva del entorno solar-terrestre y sin duda la colaboración internacional es clave ante eventos como la tormenta G3 que hoy impacta nuestro planeta.
Con información Metereored
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