El mundo del boxeo se prepara. La pregunta es la misma desde hace muchos años. Solo cambian los nombres: ¿Canelo o Crawford?
La incógnita es el mejor -o quizás el único- condimento posible para darle sabor a una pelea. Eso, aunque para la mayoría no debería haber sorpresas. Ese resquicio sirve para alimentar la llama y darle más calor.
Saúl ‘Canelo’ Álvarez, campeón indiscutido de los supermedianos, defenderá sus coronas ante Terence ‘Bud’ Crawford, campeón de los superwelters.
Mientras para el mexicano el límite de la división, con 168 libras (76,200 Kg.), es su hábitat, su terreno natural y su condición normal, para Crawford -que en su última pelea registró 153 ½, libras, o sea 69 kilos-, la brecha implica doble desafío: primero, subir de peso sin perder calidad ni potencia y segundo (ni más ni menos) ganarle a Canelo, la máxima super-mega estrella del boxeo de hoy.
Si el brillo de una estrella se puede medir en dólares, Canelo recibirá un pago mínimo estimado de 150 millones, mientras que para Crawford quedarán 50. Todo para una noche que no será en la oficina este sábado 13 de septiembre en Las Vegas.
A los 35, Canelo, ya todo un empresario, suma 63 peleas ganadas con 39 nocauts, 2 derrotas, 2 empates. Crawford (37) tiene 41 peleas todas ganadas con 31 antes del límite.
Y, entre los dos, una brecha enorme de libras. Solo que para Crawford esto no es “Toro Salvaje” como lo fue para De Niro. No, no es ficción. Es realidad: un hombre muy grande para otro más pequeño, aunque ambos midan prácticamente lo mismo: 1,71m el mexicano, 1,73m el estadounidense.
Este periodista no resistió tomarse una foto con Crawford en una convención WBO. El diálogo duró menos de un minuto: “No pareces un welter”, le dijimos. “¿Y entonces qué parezco?”. Nuestra respuesta no fue nada extraordinaria: “Un mediano”. Ahora bien, parecer no es ser.
Crawford, zurdo, inteligente, muy buen boxeador (vaya descubrimiento) como que lo mandó al colegio a Errol Spence Jr., pero en peso welter, o sea 66,678 kilos.
Canelo, que obviamente ya no es el mismo, aparece más lento, pero también más potente de pegada y aguante. A su mandíbula de hierro, hay que sumar que, además, subirá al ring con unos ocho kilos más de lo que registre la balanza.
Para Crawford mover a semejante rival será una tarea complicada, casi lejana. Canelo pesará mucho más, pero de masa muscular legítima.
Crawford deberá tener en cuenta que subir mucho podrá equilibrar la balanza, si, pero a medias: porque si pierde velocidad será un flanco fijo.
Esta encrucijada despierta el morbo y la necesidad de verlos frente a frente, aunque sea todo favorable al Canelo en la teoría.
Como expresan muchos simplificando la idea: Álvarez puede ganar por nocaut y Crawford, si lo logra, por puntos.
Quedan muchos temas para incursionar y revivir, puesto que el boxeo, septiembre y Las Vegas siempre se llevaron bien. Y porque el negocio ha cambiado. Y porque, como ocurre cuando hay una gran pelea, es imposible resistir a los cálculos, las especulaciones y la historia.
Y Canelo vs. Crawford es una gran pelea que se viene.
Una gran historia para seguir, una historia que recién empezará a cerrarse con la primera campana, con los protagonistas listos bajo las luces del ring.
Con información de ESPN.
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