Mañana fría en la Ciudad de México, pero para Guillermo Ochoa es especial. El portero presenta este día sus exámenes médicos, el último trámite antes de firmar su contrato con el club América. La llegada del martes fue la muestra de lo que le espera.
Ocho años después regresa a casa.Memo llega en la misma camioneta que lo llevó del aeropuerto a su casa, esa en la que aficionados se subieron al toldo y en la que él volteó a agradecer todo el barullo que se armó por su regreso a las Águilas.
Casi a las ocho de la mañana llega el vehículo, él viene en la parte trasera, observando cómo el club ha cambiado de manera radical a la última vez que estuvo. En ocho años el complejo deportivo en el que se crio de pequeño y se hizo futbolista profesional ya cuenta con nuevas instalaciones, de entrada ya no está ese enorme escudo en la puerta principal.
Se abre la puerta y la camioneta entra, cuando él se fue hace ocho años América estaba en crisis. Ahora que entre se topará con una vitrina que se ha abierto para depositar los últimos tres campeonatos de Liga que el club ha ganado en estos ocho años que estuvo fuera.
Milenio
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