Por: Wolfgang Erhardt, Vocero Nacional de Buró de Crédito
En la vida todo necesita estar balanceado para estar bien: que la dieta alimentaria, que el ejercicio, que la presión de los neumáticos, la relación trabajo-esparcimiento, y hasta nuestro número y uso del crédito.
Para poder contestar la pregunta del título que elegí para esta colaboración hay que imaginaros varios escenarios pues hay distintos perfiles de personas:
Escenario 1: La persona nunca ha pedido u obtenido un crédito y, por ende, no tiene tiene un Reporte de Crédito en Buró de Crédito. ¿A esta persona le conviene pedir y obtener crédito? La respuesta es sí siempre y cuando lo pueda pagar. Definitivamente es más fácil dar créditos a personas que tienen algún antecedente crediticio que se pueda analizar. Dar crédito a alguien que no está en Buró de Crédito es más riesgoso.
Alguien que es nuevo en el mundo del crédito podría comenzar a tener experiencias con créditos pequeños: una tarjeta de crédito, una tarjeta de tienda departamental o de autoservicio, un plan de telefonía celular, televisión de paga, préstamo personal o de nómina, por mencionar algunos ejemplos.
Para que estos créditos contribuyan a generar un buen Reporte de Crédito que le abra puertas a créditos mayores, el acreditado debe de pagar por lo menos el mínimo requerido y hacerlo a tiempo.
Escenario 2: La persona ya tiene créditos y capacidad de pago para poder absorber más o mayores compromisos crediticios. Bueno, pues al tener créditos ya tiene un Reporte de Crédito donde los otorgantes de crédito reportan, por lo menos una vez al mes, la información relativa a los créditos. Tener diversas experiencias crediticias bien manejadas y pagadas ayudará a que los otorgantes de crédito tengan confianza para seguirle prestando siempre y cuando su nivel de endeudamiento contra sus ingresos sea suficiente. Eso quiere decir que si el cliente ya tiene demasiados créditos y no cuenta con capacidad económica para más financiamientos, entonces lo más conveniente sería que cerrara aquellos que no usa o que ya no quiere para tener espacio para poder asumir un nuevo compromiso.
Escenario 3. La persona tiene créditos pero no paga a tiempo o no paga ni siquiera el mínimo. Bueno, si la persona está demostrando retrasos o incumplimientos será menos fácil que un otorgante de crédito le quiera confiar un financiamiento pues el riesgo de incumplimiento se vuelve alto. Y, si lo obtuviese, por el riesgo que representa, tal vez sería un crédito en
condiciones menos favorables. ¿Asumir una nueva responsabilidad crediticia en esta situación mejora su Buró de Crédito? Si lo paga bien algo, pero no hay que olvidar que los otros créditos, los mal pagados, seguirán importando para los otorgantes de crédito. Imaginemos ahora que ese nuevo crédito tampoco lo paga bien, entonces estaría enviando una nueva mala señal. Además, esa persona debería de estar consiente de que el incumplimiento va acompañado de penalidades como, por ejemplo, intereses moratorios.
Yo creo que lo mejor sería que esta persona volviera a pagar bien sus créditos, manteniendo esa tendencia de pago positiva y, si su presupuesto lo permite, volver a pedir un crédito nuevo.
Entonces, resumiendo: te conviene tener experiencias crediticias, te conviene que sean variadas, te conviene que seas cumplido en el pago, te conviene que seas responsable en el uso de tus límites de crédito, y te conviene mantener capacidad de pago para nuevos financiamientos.
Recordemos también que todos los créditos activos pesan, aun cuando las líneas de crédito no se estén usando. Por ejemplo, tener la tarjeta de crédito sin deuda. Ok, está en ceros pero el acreditado tiene la capacidad de endeudarse por cierta cantidad.
Si ya tienes demasiados créditos, cierra algunos y recupera capacidad de pago para el crédito que deseas.
Si tienes retrasos de pago, ponte al corriente, baja tu nivel de endeudamiento y sigue por el buen camino para luego obtener más crédito.
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