Por: Wolfgang Erhardt
¿Estás listo para aprovechar las ofertas de El Buen Fin? ¿O tal vez serán las del “Black Friday” en Estados Unidos? ¿Cuáles son las diferencias y cuál de ellas te conviene más?
En las primeras décadas del siglo XX, en Estados Unidos, se crearon los desfiles del Día de Acción de Gracias (Thanksgiving) y se convirtió en una costumbre comenzar las ventas navideñas al finalizar este festejo.
Los comerciantes presionaron al presidente Franklin Roosevelt porque querían que sus clientes tuvieran un plazo mayor para comprar, antes del Día de Acción de Gracias, una fiesta nacional en dónde se le da gracias a Dios por la bendición de la cosecha y del año anterior.
El presidente Roosevelt decidió recorrer la celebración una semana y dejar que los estadounidenses tuvieran siete días de compras.
La idea no funcionó y se recobró su fecha original, mientras que el día de compras se volvió una tradición y adquirió el nombre de “Viernes Negro” (Black Friday) porque era cuando las tiendas dejaban de tener números rojos (pérdidas) y regresaban al negro de la rentabilidad por las altas ventas que lograban atrayendo a los clientes con buenos descuentos.
En México, el Buen Fin nació en el año 2011, como una iniciativa del Consejo Coordinador Empresarial y el gobierno de México, para reactivar la economía en el país.
Está inspirado en el “Viernes Negro” pero tiene una ventaja, EL Buen Fin ofrece cuatro días de promociones y el Black Friday solamente uno.
Según un estudio de Deloitte, las principales ofertas que encontraron los clientes en el Buen Fin fueron descuentos a los precios originales y meses sin intereses. Detrás, quedaron promociones como el “compra uno y llévate dos”, abonos en monedero electrónico, descuentos en el segundo artículo y comenzar a pagar en los siguientes meses.
Utilizar la tarjeta de crédito para comprar a meses sin intereses tiene tres grandes ventajas sobre el efectivo o sobre las tarjetas de débito/ nómina:
1. Los meses sin intereses: al elegir esta forma de pago en un establecimiento, el banco asume tu deuda y hace el pago automáticamente al comercio; esa suma es cargada a tu línea de crédito y, dependiendo del número de meses que hayas elegido, te irá cobrando la cantidad que corresponde cada mes.
2. Programas de lealtad: las tarjetas de crédito pueden otorgarte puntos o millas por tus compras, es un extra que el efectivo no te da.
3. Garantía extendida: hay tarjetas de crédito que al usarlas te ofrecen una garantía extendida gratis en ciertas compras. Consulta a tu ejecutivo de cuenta si la tuya lo ofrece o consulta los términos y condiciones de tu contrato.
Lo que es importante verificar antes de hacer tus compras es que cuentes con la capacidad de pago adecuada para asumir una compra al contado o a crédito, y que compares productos y servicios para elegir siempre lo mejor.
En caso de que en este momento estés apretado por gatos o créditos que ya tienes no pasa nada, espera a las ofertas de fin de año o las que hay a principio de año nuevo. Ofertas siempre hay; no arriesgues tu tranquilidad financiera.
Una cosa interesante del Black Friday es que se pueden encontrar rebajas de hasta del 80 por ciento y promociones de varios artículos por el precio de uno.
Si tienes la oportunidad de elegir entre adquirir productos en el Buen Fin o en el “Viernes Negro” analiza si prefieres pagar en plazos o tener artículos a menor precio, así como darle una oportunidad a las compras por internet.