El día de ayer 30 de septiembre, cerca de 500 trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) se reunieron en el Monumento a la Revolución para realizar una protesta simbólica en forma de un altar de muertos. Este acto se llevó a cabo durante el último día de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, y sirvió para manifestar su descontento con las reformas judiciales impulsadas por su gobierno, así como otras problemáticas sociales que han quedado sin solución.
El altar, de grandes dimensiones, estuvo decorado con flores de cempasúchil, cruces de colores, y pancartas que denunciaban temas como los feminicidios no resueltos, la desaparición de fideicomisos y los recortes en el sector salud. Uno de los mensajes más impactantes en el altar decía: “Que los ojos de los desaparecidos los sigan donde vayan”, una clara alusión a las madres de los desaparecidos que buscan justicia sin descanso
Un altar que simboliza la lucha por la justicia
Este altar no solo era un homenaje a las víctimas, sino también un recordatorio de las luchas sociales que los manifestantes consideran que el gobierno de AMLO no ha atendido debidamente. En la parte superior del altar, una gran pancarta con la palabra “ECOCIDIO” resaltaba como un llamado a la acción en defensa del medio ambiente, uno de los temas centrales de la protesta.
Además, la explanada del Monumento a la Revolución fue testigo de una serie de símbolos que denunciaban la muerte de la justicia, con frases como “DEP división de poderes” y “Aquí yace la justicia”. Los manifestantes también proyectaron mensajes sobre la fachada del monumento, como “AMLO, tu tiempo se acabó”, exigiendo un cambio en las políticas impulsadas durante su mandato.
Un ambiente solemne y simbólico
La protesta estuvo marcada por un ambiente solemne, con un mariachi interpretando canciones como “Las golondrinas” y “La llorona”, lo que acentuó el tono melancólico de la manifestación. La protesta también incluyó una caravana con una mujer disfrazada de burra con toga, portando una banda con la leyenda “la ministra burra”, y una piñata del senador Miguel Ángel Yunes, quien fue clave en la aprobación de la reforma judicial en el Senado.
En un performance adicional, un hombre disfrazado de la muerte con una máscara del rostro de López Obrador simbolizó el descontento hacia su administración. Durante la protesta, se proyectó la cifra de “200 mil homicidios”, en referencia a las víctimas de violencia durante el sexenio.
La suspensión laboral continúa
A pesar del simbolismo del altar, la protesta también tuvo un objetivo concreto: continuar con la suspensión de labores del Poder Judicial. La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito (JUFED) realizó una consulta para determinar si el paro, previsto para finalizar el 2 de octubre, debería mantenerse. De los 1,342 participantes, 832 votaron por continuar la suspensión, lo que refleja un fuerte descontento dentro del Poder Judicial.
Este paro de labores, que se desarrolla en un contexto de tensiones entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, continuará mientras no se logre un diálogo efectivo con las autoridades. A pesar de que los resultados de la consulta no fueron certificados por notario, la votación ha sido aceptada como la voluntad mayoritaria de los jueces y magistrados.
¿Qué sigue para el Poder Judicial?
La suspensión temporal no afecta casos urgentes, pero las actividades normales se reanudarán solo cuando se logren avances significativos en las negociaciones. Mientras tanto, los trabajadores judiciales siguen exigiendo que sus propuestas sean escuchadas y tomadas en cuenta.
Este altar, lleno de simbolismo y protesta, es solo una muestra del descontento que persiste en el Poder Judicial. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si este paro se convierte en un movimiento de mayor envergadura o si las autoridades logran abrir un canal de diálogo efectivo con los trabajadores.
Con información La Verdad Noticias
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