El Vocero del Arzobispado Tomás Cruz Perales consideró que luego del enfrentamiento ocurrido durante la marcha feminista del 8 de marzo entre integrantes del contingente y un grupo de personas que protegían de las pintas la Capilla de Nuestra Señora de Loreto, dejó claro que la iglesia no organizó la defensa del templo en ningún momento.
Aclaró que se trató de un grupo espontáneo de feligreses, cercanos a la parroquia, que decidieron resguardar la capilla ante posibles actos vandálicos.
Apuntó que la intención era buena, señaló que en su opinión la acción no fue oportuna, ya que afortunadamente, el enfrentamiento no escaló a una confrontación física y que algunos de los jóvenes que participaron en la defensa del templo acudieron posteriormente a disculparse con el sacerdote.
Sin embargo hizo un llamado a la feligresía a actuar con prudencia en futuras ocasiones y a evitar cualquier tipo de provocación que altere el orden público. Subrayó que la Iglesia no busca confrontaciones y que el respeto a las personas debe prevalecer en cualquier circunstancia.
El Vocero aseguró que ante los señalamientos que hizo la mujeres de padres acosadores actualmente sólo existen una investigación sin embargo dijo ser respetuoso al respecto.
Lucía López /Redacción
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