El vapeo puede causar daños irreversibles en los pulmones, alertan especialistas
Vapeo: El avance silencioso de una práctica peligrosa
El vapeo se ha instalado como una moda entre adolescentes y adultos jóvenes, pero los especialistas advierten que sus efectos en la salud son graves y pueden ser irreversibles. Según el pediatra Fernando Burgos, del Hospital Austral y miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría, la sociedad subestima los daños reales y desconoce el impacto profundo que estos dispositivos tienen en el organismo. “El vapeo destruye el pulmón, altera el desarrollo y debería ser un tema central de salud pública”, enfatizó en una entrevista reciente.
La preocupación crece al observar que niños de apenas 12 o 13 años ya utilizan vapeadores, muchas veces sin que sus padres lo noten. Para Burgos, el panorama es crítico: “El vapeo puede matar”. Su advertencia se sustenta en datos alarmantes: en 2023, el 8% de los estudiantes secundarios argentinos reconoció haber vapeado, mientras la percepción social lo sigue considerando una moda o una alternativa “menos dañina” al cigarrillo.
Por qué el vapeo es más peligroso de lo que la mayoría cree
Uno de los mitos más comunes es que el vapeo es “más seguro” que fumar tabaco. Sin embargo, los especialistas coinciden en que no existe un nivel seguro de daño. Burgos remarca que vaporizar “no es menos malo”, y que 40 pitadas de vapeo pueden equivaler a un atado de cigarrillos en términos de nicotina absorbida.
El problema se agrava con la falta de control sobre los componentes reales de los líquidos utilizados. Aunque algunos productos aseguren no contener nicotina, en la práctica muchos sí la incluyen, y además incorporan sustancias altamente tóxicas como plomo, cadmio, zinc, formaldehído y glicoles. Estos elementos llegan directamente a los pulmones y al torrente sanguíneo, especialmente peligroso en adolescentes en pleno desarrollo.
Lesiones pulmonares graves y otros daños asociados
El vapeo no solo afecta el aparato respiratorio. Burgos explicó que puede causar EVALI (lesión pulmonar asociada al uso de vapeadores), una condición que puede evolucionar rápidamente hacia fibrosis y pérdida de función pulmonar. Pero los riesgos no terminan allí:
- Altera el neurodesarrollo
- Predispone a la adicción
- Afecta la función renal
- Aumenta el riesgo de infartos, incluso en jóvenes sanos
- Eleva la presión arterial y la frecuencia cardíaca
- Endurece las arterias
Además, lo que muchos interpretan como alivio de la ansiedad o ayuda para dejar de fumar no está respaldado por evidencia. “El vapeador es una trampa”, advierte el especialista. En lugar de calmar, incrementa la irritabilidad, el aislamiento emocional y los riesgos cardiovasculares.
Un mercado dirigido a niños y adolescentes
El auge del vapeo no es casual. Burgos sostiene que la industria utiliza estrategias destinadas a captar a los más jóvenes: sabores frutales, colores llamativos, diseños que parecen juguetes e incluso exhibiciones junto a golosinas en kioscos. Esto convierte a los adolescentes en consumidores potenciales antes incluso de comprender los riesgos asociados.
Aunque en Argentina la ANMAT prohíbe desde 2011 la venta, importación y promoción de vapeadores, el acceso continúa siendo sencillo. Se pueden adquirir en kioscos, redes sociales y comercios informales. El especialista destaca que la ilegalidad recae en la venta y distribución, no en el uso, por lo que un menor puede vapear en público sin sanción, mientras el mercado sigue expandiéndose sin control.
La percepción social y el rol de las familias
Uno de los mayores desafíos es que los padres no detectan el vapeo porque no deja olor ni rastros evidentes como el cigarrillo tradicional. Burgos señala que muchos jóvenes no ocultan los dispositivos porque no reconocen su peligrosidad. Incluso relató el caso de un niño de 12 años que llevó un vapeador al consultorio como si fuera un objeto cotidiano.
Esta normalización, alimentada por redes sociales y publicidad encubierta, contribuye a minimizar un problema que crece rápido y silencioso.
Urgencia de una política integral de salud pública
Para Burgos, el tema debe ser prioridad estatal y social. Propone acciones urgentes que incluyan campañas masivas de información, mayor fiscalización, participación activa de escuelas, familias y medios de comunicación, y un mensaje unificado:
vapear en la adolescencia es peligroso, adictivo y dañino.
“No hay margen para la negligencia ni para la tolerancia social”, concluye el especialista. El vapeo no es una moda inofensiva, sino un riesgo sanitario creciente que exige respuestas inmediatas.
Con información de La Verdad Noticias.
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