Este sábado , la Hacienda Zotoluca, en Apan, Hidalgo, fue testigo de una de las bodas más esperadas del mundo del espectáculo: la de Alejandra Capetillo y el financiero libanés Nader Shoueiry.
Rodeados de amigos cercanos, familiares y una atmósfera llena de emociones, la pareja celebró su ceremonia religiosa con una fusión encantadora entre lo tradicional y lo contemporáneo.
Desde las 10 de la mañana del sábado y con algo de nervios, Alejandra empezó a prepararse para su gran día. Tras quedar hermosamente lista en el hotel, llegó al epicentro del evento de una manera muy original que, si bien es cierto, se alejó un tanto de las tradiciones mexicanas, contó con un toque moderno y elegante, según lo había planeado el novio.
Tradiciones y votos en libanés
Las raíces libanesas del novio también estuvieron muy presentes en la boda. Como muestra de ello, hubo espacio para que la familia de Nader se sintiera cómoda y también celebren sus costumbres en suelo mexicano. Como muestra del gran respeto de Ale hacia su marido, dijo sus votos en árabe tras un esfuerzo de declamación que le costó un mes de práctica.
“Mis votos los dije en árabe, estuve practicando un mes entero. Fue un momento espectacular y mi sorpresa para él. Todos los invitados estaban llorando. Yo estaba nerviosa de pronunciar bien y sí creo que todos me entendieron porque veíamos a todos llorar. Yo la verdad estaba muy concentrada pero me dijeron que los vieron a todos llorar. Le dije lo mucho que lo valoro y que agradezco que me haya escogido a mí como su compañera de vida. Nader también hizo unos votos con mucho amor y compartiendo el gran cariño que nos tenemos”.
Del mismo modo, la música también fue árabe: desde el DJ hasta tambores en vivo que interpretaban secuencias libanesas. La gastronomía y el banquete, a cargo de Santi Palacios, estuvo de primera línea con opciones que fusionaban lo mejor de los dos países. “No he parado de recibir buenas reseñas de la comida que hubo. En vez de hacer una cena formal, decidimos hacer un bufet libre. Teníamos tantas ganas de meter tanta comida, desde mexicana hasta libanesa, que decidimos que la gente se fuera a servir y mezclar dentro de su plato lo mexicano y lo libanés a la vez”.
Durante la fiesta hubo muchas sorpresas. Uno de ellas fueron los fuegos artificiales hechos por TEMPO Fireworks, que eran un verdadero lujo porque iban al ritmo de la música de ‘Huapango de Moncayo’ de Alondra de la Parra. Otro momento icónico fue el de los lásers a cargo de BATIZ y justo en ese momento la algarabía y el baile se incrementaron con una intensa lluvia. Había también una mesa de dulces, churros, hamburguesas y regalos para los invitados como sombrillas y abanicos.
“Nader y yo no teníamos una canción para bailar pero teníamos en claro que tenía que ser algo muy divertido, una canción con la que también podíamos invitar a bailar a toda la gente que teníamos a nuestro lado. Hicimos una buena búsqueda y nos decidimos por ‘Volare’ de ‘Gipsy Kings’. Practicamos nuestro baile e improvisamos un poco pero esa canción siempre tendrá un valor sentimental en mi vida”, nos cuenta emocionada.
La felicidad de sus padres
La buena mujer y esposa en que se ha convertido Alejandra se lo debe a sus grandes referentes: sus famosos padres. Biby Gaytán y Eduardo Capetillo integran una de las parejas más estables del medio artístico con 30 años de matrimonio y una familia numerosa. El orgullo por ver a su hija forjando su futuro y ya casada es algo que los hará sentir que han hecho un gran trabajo como mentores.
“Un consejo que me han dado mis padres para que tenga un matrimonio duradero es el de no irnos a dormir enojados y es algo que se dice fácil, pero es muy difícil de cumplir y lo he escuchado bastantes veces y es algo que mis papás me han dicho y que tenemos que valorar mucho ese amor que tenemos y siempre honrarlo y parte de ese honrarlo es que hasta en las peleas tontas antes de irnos a dormir hagamos el esfuerzo de darnos un beso y hacer las paces”, dice la menor de las Capetillo.
Su progenitor entiende que una de sus princesas ya ha volado del nido y que ha caído en buenas manos. Al respecto, ella comenta: “Mi papá ha tomado todo esto muy bien ya que yo estoy desde hace un buen tiempo fuera de México. Siento que mi papá de alguna forma tuvo su momento de desprenderse de mí porque me fui a vivir a Madrid. La verdad, él está muy feliz de verme tan feliz con un hombre como Nader y sabe que él es un hombre con muchos principios y valores y que me quiere muchísimo”.
Luna de miel y una familia
Aún con la emoción a flor de piel, los recién casados ya tienen planes a futuro: saben dónde van a establecer su residencia, cuántos hijos desean tener y el destino para disfrutar de su primer viaje como esposos. “La luna de miel la estamos organizando con una empresa que se llama Honeymoon. Así que los primeros tres días nos vamos a ir al Maroma Belmond de Riviera Maya, a partir de este martes 27, para descansar un poco porque después viene un viaje potente a África. Vamos a pasar por Seychelles, que es una playa espectacular, y después ya nos vamos al Safari en Tanzania”.
“La verdad que al principio no me imaginaba viviendo en México con él pero después de ya tantas visitas he visto que se ha adaptado súper bien a la cultura de México y ha aprendido súper bien español… así que sí creo que en un futuro nos vemos viviendo aquí”.
Con informacion Hola
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