Checo Pérez ya sabe lo que le espera esta temporada. El terremoto que ha provocado Lewis Hamilton con su fichaje por Ferrari ha alterado cualquier previsión que pudiera haber en el Gran Circo de la Fórmula 1.
Si la pasada temporada, el mexicano ya vivió una pesadilla con los rumores con respecto a su futuro, lo de este año va a ser un auténtico infierno. Checo, al igual que otros muchos pilotos, acaba contrato en 2025. Le queda sólo una temporada con Red Bull y está pendiente de solucionar su futuro. La diferencia con los demás es que Sergio corre en el coche más apetecible de toda la parrilla al margen, claro está, del de Verstappen. Todos los pilotos se postulan por correr en Red Bull y todos quieren sacar de su asiento a Checo.
Si el mexicano ya vivió un año complicadísimo en 2023 por culpa de la tensión y los rumores que tuvo que aguantar, lo de este año puede ser una auténtica locura. Checo siempre ha manifestado que su intención es renovar con Red Bull, donde ha logrado las cotas mayores de su carrera, pero desde su equipo, lejos de recibir cariño y apoyo, la mayoría de las veces sólo ha recibido reproches y exigencias.
Ahora, tras conocerse el fichaje de Hamilton por Ferrari, ya todos hablan del del segundo asiento de Red Bull para 2025 y lo peor es que todos sacan de él a Pérez. Ya han colocado en su puesto a Ricciardo, Sainz, Albon… y hasta a Fernando Alonso. Y seguro que aparecen más nombres conforme vaya pasando el tiempo. Y todo cuando todavía no ha empezado la temporada.
Una presión terrible
Por eso Checo es consciente de lo que le espera este 2024, otro examen no en cada carrera, sino en cada fin de semana al completo. Le van a mirar con lupa y, además, sabe que no puede incomodar a Verstappen o le sucederá lo del inicio del año pasado, cuando el papá del neerlandés criticó sus victorias. Y habrá que esperar para saber también qué actitud tiene Helmut Marko que, desde dentro de Red Bull, ha sido un auténtico martirio para el piloto mexicano.
Checo, sin duda, va a ser uno de los pilotos con más presión de la Fórmula 1. Su objetivo es renovar con Red Bull, pero son pocos los que creen en él. Por eso el reto es todavía mayor y ya se prepara para el infierno que le espera en su propio equipo.
Con información Marca
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